Desde la época en que fuimos recolectoras y notables cazadoras,
las mujeres andamos en manada, junto a otras mujeres.
Ha sido la fuerza reunida
en las cestas tejidas,
entre las raíces guardadas, ante hilos y agujas armadoras de tramas
en silencio
desde el desesperar de libros prohibidos entre las sábanas, ha sido esa fuerza
la que nos ha sostenido.
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